Estamos en pleno período de matriculación, y las familias que nos visitáis soléis tener una duda respecto a nuestra metodología, ¿le afectará el cambio al cole?.

Es cierto que la mayoría de los colegios aun tienen una parte más tradicional en su metodología. Esto implica que los pequeños tengan que seguir ciertas “normas” a la hora de ejecutar las dinámicas que les ofrecen las aulas de tres años. Pero creednos cuando os decimos que no existe motivo de preocupación.

Es lógico que cuando veáis las fotos de nuestras actividades penséis que los niños tendrán después problemas a la hora de adaptarse a las pautas de una editorial o que les costará demasiado estar sentados en un pupitre para llevar a cabo sus actividades.

Es cierto que nuestra metodología tiene una gran parte de experimentación y que nuestros pequeños gozan de más “libertad” en la mayoría de nuestras propuestas didácticas, pero no solo nos quedamos ahí. El aprendizaje se realiza de muchas maneras, y durante la mañana nuestros niños también tienen momentos de juego, rincones… rutinas que se hacen en mesa y silla, no son elementos desconocidos para ellos, ni supone conflicto alguno sentarse durante un tiempo para hacer puzzles, encajables, jugar con plastilina o incluso pintar un dibujo.

Lo importante es saber que la primera etapa de Educación Infantil es única e irrepetible.

Estamos formando la base de estas pequeñas personitas y eso es algo que pase lo que pase ya llevan en sus emociones, su percepción de la realidad y sobre todo en su personalidad. No debemos dejar de considerar este tipo de metodologías por el miedo a lo que pueda venir en el futuro. En esta escuela vamos a formar niños con una actitud crítica, con una visión diferente de las cosas y eso, independientemente de lo que pueda venir después, siempre va a estar presente en ellos, de una manera siempre positiva.

Nos llena de orgullo oír como una mamá nos cuenta que su hija en el parque se dedica a recolectar flores caídas de los arboles y elaborar con ellas creaciones lineales encima de los bancos. O cómo las monitoras de la granja escuela afirman que nuestros niños son especiales, que se aprecia una educación diferente en su manera de contemplar el entorno o en su forma de relacionarse. Cuando nos encontramos con comentarios como esos, sólo podemos sentir una inmensa alegría, porque nuestro objetivo está siendo cumplido y de alguna manera lo que hacemos deja huella en ellos.

Por eso, si os planteáis que esta manera de aprender puede ser problemática en los colegios, parad un momento, releed los párrafos que hoy publicamos y valorad de una manera más reflexiva todas las opciones.